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Alba Jimenez
Marion, más allá de lo aprendido a nivel profesional (que es mucho), no olvidaré nunca el cariño que sentí durante el embarazo de mi niña. Como sentí tu apoyo en uno de los peores momentos de mi vida. Y cuando nació, te mande una foto, y me comentaste la mirada que tenía Mar, esos ojos maravillosos llenos de vida. Me quedo con eso. (Bueno, ¡y cómo olvidar ese señor que se colaba en las reuniones haciendo gimnasia colgado de las anillas en su balcón!). Abrazo fuerte y mucha suerte!